He pasado 22 navidades en mi vida... todas distintas...
desde que tengo memoria siempre han existido regalos sorpresa, impresionantes, y distintas cosas para pasarlo con la familia... han habido navidades buenas, y otras no tanto... Navidades con familia, con amigos, con conocidos y hasta con extraños. Cada una tiene su propia anécdota...
Recuerdo cuando tenía 3 años... para esa navidad, el "papá noel" me regaló una autopista enorme, escala 1:32. Era el circuito de Nelson Piquet (para quien no lo conoce, fue uno de los más grandes pilotos en brasil antes de Ayrton Senna; Compitió contra grandes de la fórmula 1 como Nigel Mansell y Alain Prost, para quien le gusta el deporte probablemente estos nombres resuenan en sus cabezas...).
Probablemente había sido el regalo más grande de toda mi infancia, y también con el cual empecé mi fanatismo por el modelismo. La pista era tan grande que ocupada el garage entero en un 8 gigante. Tengo bonitos recuerdos de esa época, de esa casa, de esos amigos... Cuando el amanecer a las 7 de la mañana era genial, ya que tenías toda la mañana para salir a jugar... cuando la mayor preocupación era "qué haremos en la tarde? andar en bicicleta o jugar a las bolitas?"
Una hermosa época, sin interrupciones hasta el año 1992. En ese año, mi cumpleaños fue uno de los más producidos en brasil, ya que mis cumpleaños anteriores habían sido con familia y con amigos íntimos. Hice una fiesta de cumpleaños grande, con amigos del barrio y familia de todas partes. Mi abuelo me regaló mi segundo juguete de modelismo que me hizo aún más fanático. Un tren escala HO eléctrico... Hablando de la época, consideremos que esos trenes eléctricos, manufacturados por la empresa LIMA costaban una fortuna. Fue el mejor regalo que mi padrino podría haberme regalado... y lo mejor de todo, ese tren existe hasta el día de hoy.
La navidad ese año fue extraña... despedidas, amistades dejadas en un pasado al cual volvería sólo a los 14 años, y posteriormente a los 21...
Mi primera navidad en Chile fue extraña, idioma distinto, familia que conocía sólo hacía 3 años (en un viaje que había hecho con mi padre en el 89) todo extraño...
La verdad es que hay miles de recuerdos que podría explayar aquí de esa época... lo único que más me marcó fue mi navidad de 3º básico en el colegio... La mitad del curso era del colo colo, la otra mitad de la U y yo el único con una polera de la UC... les cuento el weveo por el cual pasé... después nos mudamos a la florida, al 16 1/2 de vicuña. Tengo buenos recuerdos de esa época también... más que nada de una compañera de curso, sandy (sandra) y franchesca. Una era mi mejor amiga... la otra era una niña que yo encontraba hermosa... ojos verdes, tez morena, pelo castaño y crespa... dos personas que marcaron mi pasada por el colegio alcantara cordillera...
esa navidad... curioso, no recuerdo esa navidad...
Después, despedidas de nuevo, partíamos a Lima, Perú... una de las mejores épocas de mi familia, esas navidades las pasé en Brasil, los 3 años que siguieron. Buenas navidades, estupideces cometidas, más que nada de pendejos, primeros choques con tragos exóticos y extraños... en fin... mucha locura...
Año 1998, viviendo de vuelta en Brasil. Esa navidad la pasé con mis primos... Y nuevamente otra despedida... Volvíamos a chile...
Muchas otras navidades, con familias, amigos... algunas para quedar en la memoria, otras que en realidad no tanto...
Mi único deseo para estas navidades, es pasarlo con gente que quiero, que respeto y que me quieren y me respetan también... no quiero regalos, ya tuve bastantes en mi vida... quiero... quiero sentir...
ese es el regalo que quiero... volver a sentir... que mi corazón vuelva a latir con la fuerza que tenía antes...
Sunday, December 23, 2007
Thursday, August 23, 2007
Cerrando capítulos
Egolatra?
Sí, quizá un poco... o bastante, no lo sé... pero si no me quiero yo, entonces quien?
Es mejor reconocer, y perdir perdón en el momento que suceden los problemas......
podría mencionar todos mis errores, y pedir disculpas por ellos... pero de qué serviría? de nada, ya están en el pasado, y en el alma...
en fin... Cerrando Capítulos
Sí, quizá un poco... o bastante, no lo sé... pero si no me quiero yo, entonces quien?
Es mejor reconocer, y perdir perdón en el momento que suceden los problemas......
podría mencionar todos mis errores, y pedir disculpas por ellos... pero de qué serviría? de nada, ya están en el pasado, y en el alma...
en fin... Cerrando Capítulos
Friday, August 17, 2007
El caballero de la armadura oxidada
(extracto)
El Castillo del Silencio
...Se sentó en el suelo y continuó pensando. Al poco rato, le vino el pensamiento de que toda su vida había perdido el tiempo hablando de lo que había hecho y de lo que iba a hacer. Nunca había disfrutado de lo que pasaba en el momento. Y entonces apareció otra puerta. Llevaba a una habitación aún más pequeña que las anteriores.
Animado por su progreso, el caballero hizo algo que nunca antes había hecho. Se quedó quieto y escuchó el silencio. Se di cuenta de que, durante la mayor parte de su vida, no había escuchado realmente a nadie ni a nada. El sonido del viento, de la lluvia, el sonido del agua que corre por los arroyos, habían estado siempre ahí, pero en realidad nunca los había oído. Tampoco había oído a Julieta, cuando ella intentaba decirlo cómo se sentía; especialmente cuando estaba triste. Le hacía recordar que él también estaba triste. De hecho, una de las razones por las que había decidido dejarse la armadura puesta todo el tiempo era porque así ahogaba la triste voz de Julieta. Todo lo que tenía que hacer era bajar la visera y ya no la oía.
Julieta debía de haberse sentido muy sola hablando con un hombre envuelto en acero; tan sola como el se había sentido en esta lúgubre habitación. Su propio dolor y su soledad afloraron. Comenzó a sentir el dolor y la soledad de Julieta también. Durante años, la había obligado a vivir en un castillo de silencio. Se puso a llorar...
El Castillo del Conocimiento
...A medida que el caballero se iba dando cuenta de lo injusto que había sido con Julieta, las lágrimas iban cayendo por sus mejillas. Si, la había necesitado más de lo que la había amado. Deseó haberla necesitado menos y amado más, pero no había sabido como hacerlo.
Mientras continuaba llorando, le vino a la cabeza que también había necesitado a Cristóbal más de lo que le había amado. Un caballero necesitaba un hijo para que partiera a las batallas y luchara en nombre de su padre cuando éste se hiciera mayor. Esto no quería decir que el caballero no amara a Cristóbal, pues amaba la belleza de su hijo. También disfrutaba oyéndole decir: “Te quiero papá!", pero, así como había amado estas cosas de Cristóbal, también respondían a una necesidad suya.
Un pensamiento le vino a la mente como un relámpago: ¡Había necesitado el amor de Julieta y Cristóbal porque no se amaba a sí mismo! De hecho, había necesitado el amor de todas las damiselas que había rescatado y de toda la gente por la que había luchado en las cruzadas porque no se amaba a sí mismo.El caballero lloró aún más al darse cuenta de que si no se amaba, no podía amar realmente a otros. La necesidad de ellos se interpondría....
El Castillo de la Voluntad y la Osadía
Ardilla y Rebeca intentaban consolarlo desde la orilla.
- Habéis sido muy valiente - dijo Ardilla.
- No está mal por tratarse del primer intento - añadió Rebeca.
Sorprendido, el caballero la miró desde donde estaba.
- ¿Cómo que el primer intento?
Ardilla le respondió con toda naturalidad:
- Tendréis más suerte la segunda vez
El caballero respondió enfadado:
- Tú irás la segunda vez.
- Recordad que el dragón es sólo una ilusión - dijo Rebeca.
- ¿Y el fuego que sale de su boca? ¿Eso también es una ilusión?
- En efecto - respondió Rebeca - el fuego también era una ilusión.
- Entonces, ¿cómo es que estoy sentado en este arroyo con el trasero quemado? - exigió el caballero.
- Porque vos mismo hicisteis que el fuego fuera real, le dais el poder de quemar vuestro trasero o cualquier otra cosa - dijo Ardilla.
- Tienes razón - corroboró Sam - Debes regresar y enfrentarte al dragón de una vez por todas.
El caballero se sintió acorralado. Eran tres contra uno. O, mejor dicho, dos y medio contra uno; la mitad Sam del caballero estaba de acuerdo con Ardilla y Rebeca, mientras que la otra mitad quería permanecer en el arroyo.
Mientras el caballero luchaba contra un coraje que flaqueaba, oyó a Sam decir:
- Dios le dio coraje al hombre. El hombre da coraje a Dios.
- Estoy harto de intentar comprender el significado de las cosas. Prefiero quedarme sentado en el arroyo y descansar.
- Mira - lo animó Sam - si te enfrentas al dragón, hay una posibilidad de que lo elimines, pero si no te enfrentas a él, es seguro que él te destruirá.
- Las decisiones son fáciles cuando sólo hay una alternativa - dijo el caballero . Se puso en pie de mala gana, inspiró profundamente y cruzó el puente levadizo una vez más.
El dragón le miró incrédulo. Era un tipo verdaderamente terco.
- ¿Otra vez? - bufó - Bueno, esta vez sí que te pienso quemar.
Pero esta vez el caballero que marchaba hacia el dragón era otro; uno que cantaba una y otra vez: “el miedo y la duda son ilusiones”.
El dragón lanzó gigantescas llamaradas contra el caballero una y otra vez pero, por más que lo intentaba, no lograba hacerlo arder.
A medida que el caballero se iba acercando, el dragón se iba haciendo cada vez más pequeño, hasta que alcanzó el tamaño de una rana. Una vez extinguida su llama, el dragón comenzó a lanzar semillas. Estas semillas - las Semillas de la Duda - tampoco lograron detener al caballero. El dragón se iba haciendo aún más pequeño a medida que continuaba avanzando con determinación.
- ¡He vencido! - exclamó el caballero victorioso.
El dragón apenas podía hablar.
- Quizás esta vez, pero regresaré una y otra vez para bloquear tu camino.
Dicho esto, desapareció con una explosión de humo azul.
- Regresa siempre que quieras - le gritó el caballero - Cada vez que lo hagas, yo seré más fuerte y tú más débil.
Rebeca voló y aterrizó en el hombro del caballero.
- Lo veis, yo tenía razón. El conocimiento de uno mismo puede matar al Dragón del Miedo y la Duda....
La Cima de la Verdad
Centímetro a centímetro, palmo a palmo, el caballero escaló, con los dedos ensangrentados por tener que aferrarse a las afiladas rocas. Cuando ya casi había llegado a la cima, se encontró con un canto rodado que bloqueaba su camino. Como siempre, había una inscripción sobre él: aunque este Universo poseo, nada poseo, pues no puedo conocer lo desconocido si me aferro a lo conocido.
El caballero se sentía demasiado exhausto para superar el último obstáculo. Parecía imposible descifrar la inscripción y estar colgado de la pared de la montaña al mismo tiempo, pero sabía que debía intentarlo.
Ardilla y Rebeca se sintieron tentadas de ayudarle, pero se contuvieron, pues sabían que a veces la ayuda puede debilitar a un ser humano.
El caballero inspiró profundamente, lo que le aclaró un poco la mente. Leyó la última parte de la inscripción en voz alta: “Pues no puedo conocer lo desconocido si me aferro a lo conocido”.
El caballero reflexionó sobre algunas de las cosas “conocidas” a las que se había aferrado durante toda su vida. Estaba su identidad - quién creía que era y que no era - Estaban sus creencias - aquello que él pensaba que era verdad y lo que consideraba falso - Y estaban sus juicios - las cosas que tenía por buenas y aquellas que consideraba malas.
El caballero observó la roca y un pensamiento terrible cruzó por su mente: también conocía la roca a la cual se aferraba para seguir con vida. ¿Quería decir la inscripción que debía soltarse y dejarse caer al abismo de lo desconocido?
- Lo has cogido caballero, - dijo Sam - Tienes que soltarte.
- ¿Qué intentas hacer, matarnos a los dos? Gritó el caballero.
- De hecho, ya estamos muriendo ahora mismo - dijo Sam - Mírate. Estás tan delgado que podrías deslizarte por debajo de una puerta, y estas lleno de estrés y miedo.
- No estoy tan asustado como antes - dijo el caballero.
- En ese caso, déjate ir y confía -. Dijo Sam
- ¿Qué confíe en quién? - replicó el caballero enfadado. Estaba harto de la filosofía de Sam.
- No es un quién - respondió Sam - ¡ No es un quién sino un qué!
- ¿Un qué? - preguntó el caballero.
- Sí - dijo Sam - La vida, la fuerza, el universo, Dios, como quieras llamarlo.
El caballero miró por encima de su hombro y vio el abismo aparentemente infinito que había debajo de él.
- Déjate ir - le susurró Sam con urgencia.El caballero no parecía tener alternativa. Perdía fuerza en cada segundo que pasaba y la sangre brotaba de sus dedos allí donde se aferraban a la roca...
Esto es un extracto del cuento de Robert Fischer "El caballero de la armadura oxidada"
La verdad es que tengo que dejar ir mis prejuicios... tengo que aceptar como soy, amar a quien soy, dejar de lado mis odios, mis dudas y mis temores para que sólo así pueda amar a los demás...
mi relación se terminó por mis temores... temores que nunca enfrenté...
soy un cobarde...
y ahora no tengo fuerzas para salir de mi cobardía... para quitarme mi "armadura"... estoy atascado en ella, como el caballero...
Pero tengo que seguir mi propio sendero de la verdad... ya que la ayuda debilita el espíritu de los humanos...
Saludos
El Castillo del Silencio
...Se sentó en el suelo y continuó pensando. Al poco rato, le vino el pensamiento de que toda su vida había perdido el tiempo hablando de lo que había hecho y de lo que iba a hacer. Nunca había disfrutado de lo que pasaba en el momento. Y entonces apareció otra puerta. Llevaba a una habitación aún más pequeña que las anteriores.
Animado por su progreso, el caballero hizo algo que nunca antes había hecho. Se quedó quieto y escuchó el silencio. Se di cuenta de que, durante la mayor parte de su vida, no había escuchado realmente a nadie ni a nada. El sonido del viento, de la lluvia, el sonido del agua que corre por los arroyos, habían estado siempre ahí, pero en realidad nunca los había oído. Tampoco había oído a Julieta, cuando ella intentaba decirlo cómo se sentía; especialmente cuando estaba triste. Le hacía recordar que él también estaba triste. De hecho, una de las razones por las que había decidido dejarse la armadura puesta todo el tiempo era porque así ahogaba la triste voz de Julieta. Todo lo que tenía que hacer era bajar la visera y ya no la oía.
Julieta debía de haberse sentido muy sola hablando con un hombre envuelto en acero; tan sola como el se había sentido en esta lúgubre habitación. Su propio dolor y su soledad afloraron. Comenzó a sentir el dolor y la soledad de Julieta también. Durante años, la había obligado a vivir en un castillo de silencio. Se puso a llorar...
El Castillo del Conocimiento
...A medida que el caballero se iba dando cuenta de lo injusto que había sido con Julieta, las lágrimas iban cayendo por sus mejillas. Si, la había necesitado más de lo que la había amado. Deseó haberla necesitado menos y amado más, pero no había sabido como hacerlo.
Mientras continuaba llorando, le vino a la cabeza que también había necesitado a Cristóbal más de lo que le había amado. Un caballero necesitaba un hijo para que partiera a las batallas y luchara en nombre de su padre cuando éste se hiciera mayor. Esto no quería decir que el caballero no amara a Cristóbal, pues amaba la belleza de su hijo. También disfrutaba oyéndole decir: “Te quiero papá!", pero, así como había amado estas cosas de Cristóbal, también respondían a una necesidad suya.
Un pensamiento le vino a la mente como un relámpago: ¡Había necesitado el amor de Julieta y Cristóbal porque no se amaba a sí mismo! De hecho, había necesitado el amor de todas las damiselas que había rescatado y de toda la gente por la que había luchado en las cruzadas porque no se amaba a sí mismo.El caballero lloró aún más al darse cuenta de que si no se amaba, no podía amar realmente a otros. La necesidad de ellos se interpondría....
El Castillo de la Voluntad y la Osadía
Ardilla y Rebeca intentaban consolarlo desde la orilla.
- Habéis sido muy valiente - dijo Ardilla.
- No está mal por tratarse del primer intento - añadió Rebeca.
Sorprendido, el caballero la miró desde donde estaba.
- ¿Cómo que el primer intento?
Ardilla le respondió con toda naturalidad:
- Tendréis más suerte la segunda vez
El caballero respondió enfadado:
- Tú irás la segunda vez.
- Recordad que el dragón es sólo una ilusión - dijo Rebeca.
- ¿Y el fuego que sale de su boca? ¿Eso también es una ilusión?
- En efecto - respondió Rebeca - el fuego también era una ilusión.
- Entonces, ¿cómo es que estoy sentado en este arroyo con el trasero quemado? - exigió el caballero.
- Porque vos mismo hicisteis que el fuego fuera real, le dais el poder de quemar vuestro trasero o cualquier otra cosa - dijo Ardilla.
- Tienes razón - corroboró Sam - Debes regresar y enfrentarte al dragón de una vez por todas.
El caballero se sintió acorralado. Eran tres contra uno. O, mejor dicho, dos y medio contra uno; la mitad Sam del caballero estaba de acuerdo con Ardilla y Rebeca, mientras que la otra mitad quería permanecer en el arroyo.
Mientras el caballero luchaba contra un coraje que flaqueaba, oyó a Sam decir:
- Dios le dio coraje al hombre. El hombre da coraje a Dios.
- Estoy harto de intentar comprender el significado de las cosas. Prefiero quedarme sentado en el arroyo y descansar.
- Mira - lo animó Sam - si te enfrentas al dragón, hay una posibilidad de que lo elimines, pero si no te enfrentas a él, es seguro que él te destruirá.
- Las decisiones son fáciles cuando sólo hay una alternativa - dijo el caballero . Se puso en pie de mala gana, inspiró profundamente y cruzó el puente levadizo una vez más.
El dragón le miró incrédulo. Era un tipo verdaderamente terco.
- ¿Otra vez? - bufó - Bueno, esta vez sí que te pienso quemar.
Pero esta vez el caballero que marchaba hacia el dragón era otro; uno que cantaba una y otra vez: “el miedo y la duda son ilusiones”.
El dragón lanzó gigantescas llamaradas contra el caballero una y otra vez pero, por más que lo intentaba, no lograba hacerlo arder.
A medida que el caballero se iba acercando, el dragón se iba haciendo cada vez más pequeño, hasta que alcanzó el tamaño de una rana. Una vez extinguida su llama, el dragón comenzó a lanzar semillas. Estas semillas - las Semillas de la Duda - tampoco lograron detener al caballero. El dragón se iba haciendo aún más pequeño a medida que continuaba avanzando con determinación.
- ¡He vencido! - exclamó el caballero victorioso.
El dragón apenas podía hablar.
- Quizás esta vez, pero regresaré una y otra vez para bloquear tu camino.
Dicho esto, desapareció con una explosión de humo azul.
- Regresa siempre que quieras - le gritó el caballero - Cada vez que lo hagas, yo seré más fuerte y tú más débil.
Rebeca voló y aterrizó en el hombro del caballero.
- Lo veis, yo tenía razón. El conocimiento de uno mismo puede matar al Dragón del Miedo y la Duda....
La Cima de la Verdad
Centímetro a centímetro, palmo a palmo, el caballero escaló, con los dedos ensangrentados por tener que aferrarse a las afiladas rocas. Cuando ya casi había llegado a la cima, se encontró con un canto rodado que bloqueaba su camino. Como siempre, había una inscripción sobre él: aunque este Universo poseo, nada poseo, pues no puedo conocer lo desconocido si me aferro a lo conocido.
El caballero se sentía demasiado exhausto para superar el último obstáculo. Parecía imposible descifrar la inscripción y estar colgado de la pared de la montaña al mismo tiempo, pero sabía que debía intentarlo.
Ardilla y Rebeca se sintieron tentadas de ayudarle, pero se contuvieron, pues sabían que a veces la ayuda puede debilitar a un ser humano.
El caballero inspiró profundamente, lo que le aclaró un poco la mente. Leyó la última parte de la inscripción en voz alta: “Pues no puedo conocer lo desconocido si me aferro a lo conocido”.
El caballero reflexionó sobre algunas de las cosas “conocidas” a las que se había aferrado durante toda su vida. Estaba su identidad - quién creía que era y que no era - Estaban sus creencias - aquello que él pensaba que era verdad y lo que consideraba falso - Y estaban sus juicios - las cosas que tenía por buenas y aquellas que consideraba malas.
El caballero observó la roca y un pensamiento terrible cruzó por su mente: también conocía la roca a la cual se aferraba para seguir con vida. ¿Quería decir la inscripción que debía soltarse y dejarse caer al abismo de lo desconocido?
- Lo has cogido caballero, - dijo Sam - Tienes que soltarte.
- ¿Qué intentas hacer, matarnos a los dos? Gritó el caballero.
- De hecho, ya estamos muriendo ahora mismo - dijo Sam - Mírate. Estás tan delgado que podrías deslizarte por debajo de una puerta, y estas lleno de estrés y miedo.
- No estoy tan asustado como antes - dijo el caballero.
- En ese caso, déjate ir y confía -. Dijo Sam
- ¿Qué confíe en quién? - replicó el caballero enfadado. Estaba harto de la filosofía de Sam.
- No es un quién - respondió Sam - ¡ No es un quién sino un qué!
- ¿Un qué? - preguntó el caballero.
- Sí - dijo Sam - La vida, la fuerza, el universo, Dios, como quieras llamarlo.
El caballero miró por encima de su hombro y vio el abismo aparentemente infinito que había debajo de él.
- Déjate ir - le susurró Sam con urgencia.El caballero no parecía tener alternativa. Perdía fuerza en cada segundo que pasaba y la sangre brotaba de sus dedos allí donde se aferraban a la roca...
Esto es un extracto del cuento de Robert Fischer "El caballero de la armadura oxidada"
La verdad es que tengo que dejar ir mis prejuicios... tengo que aceptar como soy, amar a quien soy, dejar de lado mis odios, mis dudas y mis temores para que sólo así pueda amar a los demás...
mi relación se terminó por mis temores... temores que nunca enfrenté...
soy un cobarde...
y ahora no tengo fuerzas para salir de mi cobardía... para quitarme mi "armadura"... estoy atascado en ella, como el caballero...
Pero tengo que seguir mi propio sendero de la verdad... ya que la ayuda debilita el espíritu de los humanos...
Saludos
Thursday, May 31, 2007
Que extraño sentimiento no?
Hoy... ya no soy lo que era...
Hoy, ya no estoy donde estaba...
Donde estaba? ya no lo recuerdo...
Donde estoy? Tampoco lo sé...
Qué es esto? Sangre? Mi sangre? mi pena... mi pena que ataca de noche y atrapa mis sueños transformándolos en pesadillas... pesadillas que se continúan cuando despierto y no encuentro ningún bastión donde protegerme... protegerme de mis propios demonios que se aparecen del pasado... pasado que revive y aflora en pensamientos retorcidos... tan retorcidos como tus sentimientos hoy... sentimientos que ya no son lo que eran hace un tiempo, y volvemos a comenzar... comenzar una vida nueva!
Ni siquiera ahí donde busco... ni siquiera ahí...
nada real, nada mentira
Hoy, ya no estoy donde estaba...
Donde estaba? ya no lo recuerdo...
Donde estoy? Tampoco lo sé...
Qué es esto? Sangre? Mi sangre? mi pena... mi pena que ataca de noche y atrapa mis sueños transformándolos en pesadillas... pesadillas que se continúan cuando despierto y no encuentro ningún bastión donde protegerme... protegerme de mis propios demonios que se aparecen del pasado... pasado que revive y aflora en pensamientos retorcidos... tan retorcidos como tus sentimientos hoy... sentimientos que ya no son lo que eran hace un tiempo, y volvemos a comenzar... comenzar una vida nueva!
Ni siquiera ahí donde busco... ni siquiera ahí...
nada real, nada mentira
Tuesday, May 22, 2007
Miedo al cuadrado de la raiz de la angustia...
Condensado, apresado, compacto... sólo miedo... miedo a todo, miedo al futuro, miedo al pasado, miedo al presente, miedo a mi realidad y a mi fantasía, miedo a mis sueños... miedo a mi mismo...
nada como el miedo para bajarte de una nube de ensueños...
nada como el miedo para bajarte de una nube de ensueños...
Monday, May 21, 2007
Una fría mañana de Abril
Me levantaba tarde, eran ya las 10 de la mañana... Normalmente debería levantarme a las 7, pero hoy fue una excepción... había recibido una llamada la noche anterior, una de esas llamadas que prefieres no recibir... de aquellas que mejor se hablan en persona...
En fin, era una fría mañana, y aún estaba en pijama. El desayuno no fue más que un café aguachento y un par de galletitas de agua... no tenía hambre... La noche anterior no había dormido nada, y la verdad, ninguna gana me quedaba de salir... Sin embargo tenía que ir a enfrentar la situación... No era posible que todo se fuera por el caño, por una simple discusión...
Prendí un cigarro, el más amargo que había tenido hasta el día de hoy, y miré por la ventana... las nubes dejaban pasar escuálidamente un par de rayos de sol, pero la tierra debajo aún tenía el rocío matinal. Un par de palomas yacían en un cable eléctrico, infladas cual globos para mantener el calor. Apagué la colilla en el cenicero, y partí a la ducha. El agua estaba apenas tibia, el calentador de agua no funcionaba desde hacía semanas, sinceramente no reclamaba antes, pues no había nada más refrescante que una ducha tibia en las mañanas, pero hoy quería calor, agua hirviendo sobre mi cabeza, y no la tenía... Maldije al conserje un par de veces, y salí para vestirme.
Un par de jeans, una camiseta roja, un jersey azul, zapatillas y mi fiel chaqueta de cuero fueron mis abrigos, abrigos para un frío interno.
Caminé por San Martín, bajando dos cuadras hasta aquel pequeño café, donde habíamos tenido nuestra primera cita, recordé cosas pasadas, nostalgia invadía mi corazón y mi mente... y ahora iba camino a conversar la situación...
Ya no sabía qué pensar, qué sentir... qué... fingir...
historia ficticia... sólo ganas de escribir... nada personal
saludos
En fin, era una fría mañana, y aún estaba en pijama. El desayuno no fue más que un café aguachento y un par de galletitas de agua... no tenía hambre... La noche anterior no había dormido nada, y la verdad, ninguna gana me quedaba de salir... Sin embargo tenía que ir a enfrentar la situación... No era posible que todo se fuera por el caño, por una simple discusión...
Prendí un cigarro, el más amargo que había tenido hasta el día de hoy, y miré por la ventana... las nubes dejaban pasar escuálidamente un par de rayos de sol, pero la tierra debajo aún tenía el rocío matinal. Un par de palomas yacían en un cable eléctrico, infladas cual globos para mantener el calor. Apagué la colilla en el cenicero, y partí a la ducha. El agua estaba apenas tibia, el calentador de agua no funcionaba desde hacía semanas, sinceramente no reclamaba antes, pues no había nada más refrescante que una ducha tibia en las mañanas, pero hoy quería calor, agua hirviendo sobre mi cabeza, y no la tenía... Maldije al conserje un par de veces, y salí para vestirme.
Un par de jeans, una camiseta roja, un jersey azul, zapatillas y mi fiel chaqueta de cuero fueron mis abrigos, abrigos para un frío interno.
Caminé por San Martín, bajando dos cuadras hasta aquel pequeño café, donde habíamos tenido nuestra primera cita, recordé cosas pasadas, nostalgia invadía mi corazón y mi mente... y ahora iba camino a conversar la situación...
Ya no sabía qué pensar, qué sentir... qué... fingir...
historia ficticia... sólo ganas de escribir... nada personal
saludos
Saturday, April 14, 2007
14 de Abril
hmmm sólo un frío día...
la verdad es que no es nada especial o espacial este día, simplemente quería postear algo simple... un pequeño pensamiento revolucionario...
"La caída de las torres gemelas fue un trabajo interno, no causado por terroristas..."
discusiones y conversaciones con diversas personas, documentales, videos, leyes de física y gravedad, no sé...
hay cosas muy muy muy sospechosas...
en fin
saludos
la verdad es que no es nada especial o espacial este día, simplemente quería postear algo simple... un pequeño pensamiento revolucionario...
"La caída de las torres gemelas fue un trabajo interno, no causado por terroristas..."
discusiones y conversaciones con diversas personas, documentales, videos, leyes de física y gravedad, no sé...
hay cosas muy muy muy sospechosas...
en fin
saludos
Wednesday, March 14, 2007
Suponiendo que sea verdad...
Un amor no es amor a menos que sea correspondido... o no?
suponiendo que sea verdad... entonces nadie ama hoy en día... pues no hay ningún amor completamente correspondido... siempre existen peros... siempre hay obstáculos, impuestos por uno mismo o por otros... y al final nadie ama o recibe amor como quiere...
al final somos todos incompletos... imperfectos de por sí... solo tratamos de llegar a la perfección, al ser único... pero nunca lo alcanzamos...
Cómo lo harán esas parejas que dicen ser felices? que dicen amarse mutuamente por siempre?
será verdad? ya no lo creo...
en fin... sin ganas de escribir más...
suponiendo que sea verdad... entonces nadie ama hoy en día... pues no hay ningún amor completamente correspondido... siempre existen peros... siempre hay obstáculos, impuestos por uno mismo o por otros... y al final nadie ama o recibe amor como quiere...
al final somos todos incompletos... imperfectos de por sí... solo tratamos de llegar a la perfección, al ser único... pero nunca lo alcanzamos...
Cómo lo harán esas parejas que dicen ser felices? que dicen amarse mutuamente por siempre?
será verdad? ya no lo creo...
en fin... sin ganas de escribir más...
Saturday, February 24, 2007
Intruso en la intimidad...
Alguna vez nos hemos sentido como intrusos en la intimidad de alguien... aún cuando ya eras parte de esta misma...
Sucede cuando ves que no haces parte del momento... cuando te sientes excluido, de lado y otras metáforas y similes del estilo.
Un momento que evoca recuerdos generalmente... y no eres parte de ellos... en ese preciso instante deseas estar en otro lado, con otra persona, en otro momento... es una situación incomoda, con sentimiento de rareza y soledad... y sólo ves como los colores a tu alrededor lentamente pierden su brillo, pierden su vida, y todo se pone de tonos grises...
En ese preciso instante es cuando sientes un merecido "tragame tierra"
"Tragáme tierra..."
o no?
en fin... saludos
Sucede cuando ves que no haces parte del momento... cuando te sientes excluido, de lado y otras metáforas y similes del estilo.
Un momento que evoca recuerdos generalmente... y no eres parte de ellos... en ese preciso instante deseas estar en otro lado, con otra persona, en otro momento... es una situación incomoda, con sentimiento de rareza y soledad... y sólo ves como los colores a tu alrededor lentamente pierden su brillo, pierden su vida, y todo se pone de tonos grises...
En ese preciso instante es cuando sientes un merecido "tragame tierra"
"Tragáme tierra..."
o no?
en fin... saludos
backstabbed
Triste como se desenvuelven los hechos... cuando uno menos piensa, te llega el flechazo por la espalda, después de esas negociaciones "exitosas". Apenas te das vuelta, pensando en regresar a tu humilde morada, y sientes el acero frío penetrando en tu dorso. En el segundo que sigue piensas en todo lo que has hecho en los últimos días, meses, años... y así como vas dando tu último suspiro, caes lentamente a la tierra, escuchando las carcajadas del atacante...
Nada como hoy en día en todo caso... ya no hay flechazos evidentes... sólo comentarios, cizaña y otros...
no hay como un golpe dado en el sigilo de la noche...
Nada como hoy en día en todo caso... ya no hay flechazos evidentes... sólo comentarios, cizaña y otros...
no hay como un golpe dado en el sigilo de la noche...
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